De pronto Dios me envió un rayo de luz y esperanza, una señal, una muestra que siempre tuve ahí junto a mí, y no la percibía, le preguntaba a mi Padre Dios ¿Porque no me ama? ¿Que me falta? Termino cansada de todo el día, de trabajar tanto, de esforzarme por ser perfecta para que me ame y nada, ¿porque me hiciste tan fea Padre? ¿porque soy tan imperfecta? si tan solo fuera mas delgada, con los ojos así, los pechos, mis hombros, mi boca, mi nariz, etc, era interminable la lista de imperfecciones y a un lado tenía mi inseparable perrita "cosita" ella me amaba tanto, mientras trabajaba ella estaba junto a mí, si subía a mi recámara ella subía, si iba al baño ella me esperaba afuera triste porque no la dejaba entrar, siempre junto a mí, no la veía, así como mi esposo no veía nada de lo que yo hacía. Un día que yo tenía lástima de mí para variar, estaba llorando en mi cama, y de pronto observé que "cosita" me veía sin parpadear, y le dije: Cosita, ve, haz tu vida, no la sacrifiques por mí, ya sé que me amas pero anda ve, vive tu vida, sé feliz" Mis palabras fueron como agua helada en ese momento, los ojos de cosita fueron espejos donde no me quedó más remedio que aplicarlas a mi vida, tenía razón, ella me amaba tal y como soy, no me exigía nada, para ella era perfecta, si no estaba a mi lado, no era feliz, yo era su felicidad, me amaba, me amaba, sí había alguien que me amaba incondicionalmente, y me mostraba cual es el "verdadero amor" Y entonces entendí, que mi esposo no me amaba, pues cuando amas a alguien, no ves defectos en ellos, y si los percibes, amas sus defectos, él no me amaba esa era la realidad, hiciera lo que hiciera no me amaba, y es cuando comencé a visualizarme sin él, para que lo quería, si nunca me iba a amar, para que esforzarme por alguien que "no quería verme" Extraño a "cosita" aprendí mucho, con ella aprendí lo que es "el verdadero amor" Te amo cosita...
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